lunes, marzo 10, 2008

Grandes amigos

La pregunta que me invadió esta mañana es la siguiente: Por qué el mate y los bizcochitos de grasa son amigos inseparables? A lo que voy es que uno puede encontrarse acompañando el mate con galletitas o facturas. Lo mismo se puede decir de los bizcochitos, van con un té, con la leche chocolatada o hasta con un café. Pero lo del mate con los biscochitos parece ir más allá. Más que amigos, pareciera que son compañeros del alma. A pesar de conocer "otras personas" siempre terminan juntos en alguna mesa. Como si no pudieran escapar a su destino.

A lo mejor es demasiado trivial escribir sobre esto en quapple a 483 días de la última entrada, pero mejor volver sin hacer demasiado ruido ni grandes promesas. :)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Eevidentemente tiene algo que no pude descubrir ya que no soy de tomar mate... pero tomarlo en pleno verano con tanto calor.. donde solo puedo pensar en algo fresco... pucha.. de que me estare perdiendo ahi, no?
Abrazos!

Anónimo dijo...

Como religiosa del mate y los bizcochos, me llamó la atención y concuerdo totalmente, hasta me atrevo a decir que son almas gemelas... no van a encontrar el mismo sublime placer si no es en compañía del otro.

ehhh, anónimo, te estás perdiendo de mucho ehh... sabelo

Besos! Candy

Anónimo dijo...

Hola Candy! La verdad que puede ser... tal vez me este perdiendo de mucho.. aunque tengo que admitir que algun que otro mate tome en estos dias... vueltas de la vida que le dicen... pero bueno... espero poder compartir alguno con Ud. Tb y ver si podemos encontrar juntos ese sublime placer.... al parecer se puede tomando mate... no?
Besos!!!

Anónimo dijo...

El mate con bizcochos theory doesn't seem to quite fit me after all...
I even drink coffee now.
This, however..... is more like it

¡Qué horrible es el olvido!
Es mejor la nostalgia
con su anillo de llanto
ciñendo el corazón.
Cuando hablamos de "ella"
sin sentir que morimos,
ya no vale la pena
nuestra inútil canción.

¡Qué horrible es el olvido!
Ver la mujer amada
y no sentir que el alma
se curva de dolor.
Cuando cerca a su nombre
ignoramos la espina,
ya no vale la pena
nuestra estéril canción.

¡Qué horrible es el olvido!
Saber que la quisimos
y que sigue en la sangre
sin producir dolor.
Cuando nos resignamos
a vivir con su ausencia,
es porque ha envejecido
por dentro el corazón.

Y entonces, ya la vida
no vale una canción.


Wishing u the best...